Por Alicia Bravo
El coronavirus está provocando escepticismo, miedos, preocupación y malestar emocional en la sociedad. Esto se da, en parte, por ser algo desconocido, un enemigo invisible, para que el todavía no contamos con herramientas definitivas con las que defendernos.
Lo nuevo nos desconcierta, la incertidumbre invade nuestras vidas; pensemos… Por cuántas situaciones difíciles pasaron nuestros abuelos, abuelas, padres y nosotros mismos. Guerra, en sus distintas formas, desastres naturales, enfermedades y ante todas esas situaciones hubo respuesta social organizada, lucha activa y colectiva contra los diferentes enemigos. Puede paralizarnos por momentos, pero juntos y solidariamente se abrieron paso en los peores momentos logrando superar los obstáculos con capacidad y virtud humana.
Hoy tenemos una vez más un desafío por delante, cada uno desde su lugar debemos estar, con lo que podemos, con lo que sabemos y con aquello que aprenderemos si es necesario.
Logrando el fortalecimiento de la capacidad colectiva de sobreponernos a la adversidad como nuestros abuelos y padres.
En la última nota periodística en el Diario del Viajero, el Sr. Norberto Rodríguez, antes de su partida, nos dejó una iniciativa en unos de sus párrafos, que es un desafío en el contexto que hoy nos toca transitar “Una gota de sudor por el esfuerzo en los mares no modifica su volumen, muchas gotas posiblemente generan un cambio en la dirección correcta”.
Siendo parte de YMCA/Asociación Cristiana de Jóvenes, invito a la familia, alumnos y docentes desde su lugar aumentar el volumen de muchas gotas de amor, compromiso, solidaridad y empatía. Logrando salir juntos como comunidad educativa fortaleciendo nuestros vínculos para superar la adversidad, para reencontrarnos con una sociedad fuerte, activa y unida.