Por Nancy Di Perna

La historia continúa….

Con esta entrega celebramos la edición número 20 del Newsletter #YMCAENCASA. Y decidí recordar cómo fue el primer artículo publicado al final de marzo, cuando en ese momento llevábamos pocos días de ASPO. En ese primer artículo expresé un concepto a mi criterio, clave, que es  la noción del tiempo, variable que nos desafía, lo expresé de esta forma: “Durante la cuarentena, nos lleva a reflexionar en diferentes planos sobre la noción del tiempo quedando en evidencia que bajo la consigna “#Quedateencasa” el tiempo no se detiene, ni las obligaciones, por el contrario nos exige adaptarnos y aprender velozmente a hacer nuestras tareas de una nueva forma. Se crea un nuevo esquema, que nos otorga la oportunidad de reorganizarnos en aquel lugar confortable, al que llamamos hogar, poniéndonos el desafío de gestionar el tiempo de forma saludable en familia.”

Desde aquellos días transitamos un contexto muy complejo a nivel mundial y sin querer negar esa realidad también quiero resaltar que algunos decidimos gestionar el tiempo de forma saludable para que la experiencia nos dé oportunidades.

Quiero compartir con satisfacción que enfrentarme con la hoja en blanco y vencerla para relatar y describir algunas de mis experiencias del pasado adaptándolas para las propuestas en familia en tiempo de pandemia, ha sido una actividad que me ayudó a crear puentes de comunicación, intentando aportar un granito de arena a las familias para pensar los recursos disponibles (propuestas prácticas) para pasar tiempo de calidad juntos. En mi caso, la actividad de escribir, estaba un poco alejada de mi rutina y logré incorporarla beneficiándome de las ventajas que aporta, como liberar los sentimientos y las emociones, al mismo tiempo que promueve el aprendizaje y la creatividad.

Hay una falsa creencia que el área literaria es solo para expertos, es necesario brindar la oportunidad de crear, apreciar y convivir en ambientes y espacios que pongan en tensión la visión del mundo y de la cultura. Desde las actividades prácticas hay muchas maneras de abordar el  área literaria, en el artículo anterior el enfoque fue puesto desde crear el hábito de la lectura por ejemplo a partir del género de microcuentos y para darle continuidad al proceso es importante complementarlo con actividades que promuevan la escritura. Las propuestas las organicé en tres bloques, que van de un nivel bajo de involucramiento a uno más profundo de escritura:

1. Propuestas rápidas. Son aquellas actividades que están preconfiguradas y demandan la participación para completarlas. Por ejemplo: sopa de letras, acertijos, crucigramas, adivinanzas y trabalenguas. Estas actividades contribuyen a ampliar el vocabulario al mismo tiempo que corregir la ortografía.
2. Propuestas de escritura cotidiana. Antes de crear historias es un buen paso registrar las propias y compartirlas entre los miembros de la familia aportando a una mejora de la comunicación asertiva. Algunos ejemplos: Escribir a diario un mensaje a un miembro de la familia, destacando una cualidad, pidiendo un favor, relatando un sentimiento, recordando una anécdota. Escribir sobre un problema: se ha comprobado que al momento de escribir las ideas se aclaran permitiendo observar un problema desde otra perspectiva para alcanzar una solución.
3. Propuesta creativa. Les comparto una idea que a partir de tener armado algún recurso pueden rápidamente crear un sin fin de cuentos cortos que pueden tomar como esquema para prolongar su longitud. La fábrica de cuentos consiste en tener organizadas al menos seis tarjetas por cada una de las siguientes categorías: principios de cuentos, personajes, adjetivos, transportes, animales, lugares y finales de cuentos. Por turnos sacan una tarjeta de cada categoría y deben contar un cuento enlazando los que ya están escritos pudiendo agregar lo que la imaginación libere en ese momento.

¡Y colorín colorado este artículo se ha terminado!