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Mensaje del Secretario General

Por Eduardo Rodríguez

Estimados amigos de la Comunidad YMCA,

Continuamos en el mes del 176° aniversario de la creación de la YMCA a nivel mundial de nuestra institución fundada en Londres – Inglaterra el 6 de junio 1844. Aprovechando la celebración, tal como hemos venido haciendo en las últimas ediciones del Newsletter, desarrollamos en este número la parte final de la historia que finalmente culminara en ese hecho trascendente como fue el nacimiento de la YMCA y su extraordinario desarrollo durante los primeros años y que tan bien reseñara nuestro querido amigo y brillante dirigente Eduardo Galletti.

 

CUARTA Y ÚLTIMA PARTE:

Concluimos la tercera parte señalando que en 1855 se funda la Alianza Mundial de Asociaciones Cristianas de Jóvenes (World Alliance of Young Men’s Christian Associations) durante una Conferencia Mundial realizada en Francia en la que se aprueba la llamada “Base de París” que establece los requisitos de afiliación para las YMCA’s del mundo a dicha Alianza. Esta organización, que hoy reúne a más de 120 países, refleja la solidaridad internacional del movimiento. Fija a través de Consejos Mundiales orientaciones generales de la YMCA frente a los problemas sociales e interviene directamente en la ayuda a refugiados, víctimas de guerras, desastres ecológicos, etc.

En la mencionada “Base de París”, cuyo texto expresa el contenido misionero de la institución, que sigue inalterable al cabo de 176 años, sirviendo de verdadera base a la que se remite toda acción: trabajar juntos para extender entre los jóvenes el reino de su Maestro. Esa misión cristiana implica un compromiso de esfuerzo en pro de un mundo mejor, más solidario y pleno de ciudadanos responsables y libres. La acción de la YMCA está así permeada por un auténtico compromiso social.

El contenido espiritual, integrador de la personalidad, cristiano y universalista se exterioriza en el emblema de la World Alliance of YMCA’s. Consiste en una circunferencia con los nombres de los continentes geográficos que implica el deseo de ser útil en todo el mundo. Adentro un triángulo equilátero con las palabras Alma, Mente y Cuerpo, una en cada lado, de manera de destacar el objetivo de integrar al ser humano en sus aspectos más destacados en un justo equilibrio. Y adentro, dominando el conjunto, las letras XP del nombre de Cristo en griego. Al frente hay un libro abierto, la Biblia con los números 17:21 que se refieren al Evangelio de San Juan en el preciso lugar de referencia a “Que todos sean uno” (Ut omnes unum sint).

Como ya hemos señalado, Williams personificó a la YMCA durante toda su vida desde 1844. Más que un gran propulsor, que lo fue, era un hombre de destino. Tenía inconmovibles convicciones de servicio cristiano. Fue un adelantado de la tolerancia religiosa para su época, idealista, optimista, trabajador, generoso y tenaz. Extremadamente modesto, a pesar de ser el motor de la fundación de la YMCA, recién fue presidente de la de Londres en 1855, cuando falleció Lord Shaftesbury que había sido su primer presidente y cuyo nombre lleva una de las calles de Londres que hoy acercan a la YMCA Central.

En 1904, cincuentenario de la YMCA, se le rindieron homenajes. La Reina Victoria de Inglaterra ya lo había nombrado Caballero. Desde entonces hasta su muerte el 14 de noviembre de 1905, su vida transcurrió entre permanentes reconocimientos. En 1903 había celebrado sus bodas de oro con Helen Hitchcock y en 1905, con su salud ya quebrantada, concurrió al jubileo del cincuentenario de la fundación de la Alianza Mundial en París.

En la Abadía de Westminster hay un vitral que lo recuerda y sus restos descansan en la cripta de la Catedral de San Pablo donde hay una lápida con el nombre de Sir George Williams, rodeada de las tumbas de los héroes de Inglaterra y donde se lo rememora como uno de los grandes de la humanidad. De todas maneras, nunca dejo de ser aquel jovencito que un día de primavera dejó su pueblo natal y se lanzó a la conquista del mundo.

Era una persona tan sencilla que muchos han insistido tercamente en preguntarse si fue un gran hombre. Si los hombres se juzgan por sus obras: no cabe duda que lo fue.

Gracias por continuar apoyándonos mutuamente en este contexto particular, seguros de que pronto podremos retomar el contacto presencial, nosotros seguimos trabajando un protocolo para ese ansiado momento.

Continuamos en contacto, recuerden, por ahora #QuedateEnCasa#, la YMCA te acompaña.

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