Por Juan Pablo Arias
Hoy les estaré compartiendo una vez más, material que encontré explorando Internet y que habla de un tema que me interesa mucho, estoy seguro que a más de uno de ustedes también.
La ansiedad es la gran pandemia del siglo XXI y se vincula con el ritmo de vida que llevamos, enfocado en la búsqueda de resultados y muy competitivo, en el que faltan momentos buenos de desconexión (o incluso a veces confundimos desconexión con evasión, algo que provoca más ansiedad). Guarda estrecha relación con nuestras emociones, tema que vengo abordando y compartiéndoles en distintos artículos que me ha tocado escribir en este espacio.
Debemos diferenciar dos tipos de ansiedad. Aquella ansiedad motivada por un hecho puntual, como puede ser el momento previo a un examen, a un viaje, o la ansiedad de esperar el colectivo. Estas ansiedades tienen causas puntuales y al resolverse las mismas la ansiedad se alivia.
Luego está el otro tipo de ansiedad, que es aquella debida a la acumulación de las diferentes cargas emocionales. Son situaciones que se van viviendo sin resolverse y se acumulan en forma de carga emocional que se traduce como ansiedad y nos genera múltiples consecuencias a largo plazo.
Veamos cuales son las con diferentes causas que provocan ansiedad y qué efectos nos causa. Para poder eliminar los efectos que tiene la ansiedad sobre nosotros, es necesario conocer los factores que están generando ansiedad y trabajar sobre ellos.
CAUSAS:
EFECTOS:
Dichas las causas y efectos, ¿cómo podemos trabajar la ansiedad? En principio debemos indagar en aquello que nos está generando ansiedad, es decir poner el foco en resolver sus causas. Hay diferentes técnicas para trabajar las cargas emocionales acumuladas. Además tenemos que tratar nuestro ser limitante, que ha hecho que las cargas emocionales se acumularan. También puede ser esencial realizar cambios en nuestros hábitos para modificar nuestro ritmo de vida. Asimismo, paralelamente, podemos trabajar en los efectos de la ansiedad mediante técnicas de relajación muscular profunda, meditación, trabajar la memoria y la atención con lectura y escritura, técnicas de expresión emocional, etc. Algunas actividades propicias para liberar las emociones son: bailar, cantar y hacer ejercicio entre otras.
Espero que estas líneas les hayan gustado y les sirva una vez más para registrar nuestras emociones. No se olviden que toda teoría es bonita pero de nada sirve sino la podemos poner en práctica, ¡a trabajar!