Es hora de ocuparse de otras necesidades para el equilibrio de la estructura corporal
En estos días que estamos viviendo, tan diferentes a los conocidos hasta ahora , rodeados de la familia y/o conectados con nuestros amigos y compañeros a través de los medios que la tecnología nos acerca, y tal vez haciendo un poco de memoria, como cuando nos acordamos de los juegos y golosinas que solíamos compartir en nuestra niñez, aparecen algunas imágenes relacionadas con las costumbres que solíamos tener en un “día común” de la semana laboral, durante un sábado o domingo y, principalmente, cuáles eran las acciones que solíamos desarrollar. Rápidamente sentimos una sensación de nostalgia y vacío, pero a la vez experimentamos ganas de volver a realizar muchas cosas nuevamente y otras tantas tratar de evitarlas. Es la típica reacción racional del ser humano ante la situación de pérdida de un bien material o moral que hasta ese momento no fuera correctamente valorado.
En ese marco, los docentes, al intercambiar comunicación constantemente, nos propusimos avanzar sobre la toma de conciencia de las actividades físicas que generalmente quedaban relegadas y que, más allá de contar con todas las posibilidades que hoy extrañamos tanto, no se ponían en práctica de manera espontánea y generalmente debían ser recordadas por los profesores en cada clase. En este caso en particular nos gustaría hablar de la mejora de la elasticidad muscular.
Si hacés un poco de memoria recordarás lo que tu profesor/a repite constantemente en cada clase o en cada oportunidad que se lo consultan, respondiendo afirmativamente: “ Antes, durante o después de la actividad física es muy importante que elonguen” . Ya sabemos que antes: es importante como entrada en calor para evitar lesiones; durante: puede utilizarse como método de oxigenación, recuperación y adaptación para el próximo ejercicio; y después es una de las mejores opciones para mejorar la elasticidad, regenerar los músculos al evitar que queden demasiado contraídos y además brindar una sensación de bienestar. Pero, si sos practicante regular de actividades deportivas, del gimnasio de musculación o de otras disciplinas, sabrás reconocer perfectamente que no todos lo hacemos con regularidad. Que no todos somos metódicos en terminar de realizar una equis rutina de ejercicios y elongamos correctamente. Fue una de las principales razones por la que ampliamos la oferta de servicios, y en el mes de enero, incorporamos las clases de Stretching al mediodía.
La coordinación se comunicó con los docentes responsables de las clases de elongación en la YMCA y quienes hoy están a cargo de su dictado coincidieron expresamente en que es muy difícil que las personas salgan del síndrome de la postura del sillón. Es una afección muy habitual que puede resumirse en el efecto nocivo que produce en la estructura corporal la sumatoria de actividades en la posición de sentado/a. A lo que se suma el agravante del atractivo que ofrece luego de cenar la posibilidad de ponerse a mirar la televisión cómodamente sentados en ese sillón que tanto se ha deseado durante el día.
¿Te imaginás lo que pueden haberse incrementado ese tipo de estímulos en la actualidad? La respuesta es obvia y en base a ello permitínos hacerte llegar una serie de consejos que van a mejorar tu calidad de vida.
Terminando este artículo, queremos recordarte una breve descripción de las diferencias entre dos capacidades del cuerpo humano que suelen confundirse al momento de ser desarrolladas: cuando hablamos de elasticidad, nos referimos a la capacidad que tienen los ligamentos, músculos y tendones de estirarse o de elongarse; en cambio, el término flexibilidad se define como la capacidad de una articulación o de un grupo de articulaciones para realizar movimientos con la máxima amplitud. Para ésta última, seguramente en el próximo número de este newsletter agregaremos algunas notas.
Esperamos haberte sido de utilidad y, como siempre te lo recordamos, no dudes en dejarnos tu consulta en el sector que figura en la página Ymca.org.ar, dentro del enlace Entrená desde tu casa.
Agradecemos la colaboración de los docentes Alicia Britos, Natalia German y Germán Novoa.